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Deserciones

Mirador del Norte

G. Arturo Limón D.


Es importante reflexionar

Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara.

Michel de Montaigne

Hace unos días un amigo comentaba a otro, que alguien que suponía tener excesivo poder se había referido a él diciendo que podría en orden al “viejito” denotando en su gesto suponía una manera  despectiva de referirse al  quien a juzgar los hechos apenas y le llevaba 15 años de edad y el hombre  asumiendo esos años no  eran nada, entre  el aludido “el viejito” y el aludido si podemos llamarle, si, así para no decirle  “el muchacho alegre” porque como él   fue del cielo azul favorecido y para más referencia dicen que  en breve llegaría a  los 50 años al momento de los hechos. O sea que muchacho, muchacho no era, pero lo de la edad no era razón suficiente  para la discrepancia entre ellos la gran diferencia entre ambos era  que tenían serias diferencias y el que  le aludía parecía no entrar en razón con nada,  aun cuando le mostraran la evidencia de sus errores.

Así lo había conocido ya de menos hacia 30 años  justo de aquel “verano caliente” tan memorable en Chihuahua y y aunque entonces él era un joven ciertamente  impetuoso que más parecía un mozalbete y el aludido hoy por su vejez,  un hombre ya maduro formado en la academia,  y centrado en su vocación de maestro hoy el tiempo los reencontraba en condiciones diferentes pero iguales, y cuando le aludieron como “viejito” el hombre solo dijo ¿sera?- y recordó la frase de Montaigne que incia esta colaboración, asi el mensaje fue recibido y la respuesta está aquí entregada.

Pero esta anécdota que me he permitido referir que como dicen los clásicos está basada en hechos reales.

Lo anterior me permite introducir otra historia de “jóvenes y viejos”  pero ahora referida por  Jesús Silva-Herzog Márquez quien en su colaboración del lunes pasado la refleja así en El Universal y a la letra expresa así” Parecía una broma para desprestigiar al Frente. Parecía absurdo el rumor de que Ricardo Anaya iniciaría su campaña por la Presidencia de México desde Santa Fe, uno de los mejores símbolos de la contrahechura de nuestra “modernidad”. Santa Fe: una ciudad que desprecia a la ciudad, una pequeña república cuyo único ciudadano es el automóvil. Una urbanización que es un exilio de México. Un pueblo tan avanzado que decidió prescindir de las banquetas y que consideró irrelevante el transporte público. Veo en Santa Fe al símbolo de todo lo que no debe ser México, pero, al parecer, para Ricardo Anaya es emblema de lo moderno porque desde ahí lanzó formalmente su campaña. Quiso enfatizar futuro y pensó en Santa Fe… Lo hizo con algo que presumió, no como un acto político, sino como un hackatón. La palabrita al parecer nombra a un festival de programadores, diseñadores y técnicos en el mundo informático que colaboran intensamente durante unos días para desarrollar software. Un encierro de ingenieros que se apresta a darle solución a los problemas del mundo.

No es absurdo que el candidato del Frente apueste por el contraste con el candidato puntero y que lo haga para enfatizar juventud, frescura, innovación. Pero está muy lejos de enlazar la promesa tecnológica con la circunstancia mexicana. ¿A quién le habla el candidato del Frente? A decir verdad, no parece muy atractivo que se nos invite a ser mirones de un hackatón. Por supuesto, se nos dirá que la convocatoria se abre a todos, que todos tenemos algo que aportar, pero es evidente el sesgo elitista que hay en la pretendida vanguardia tecnológica. La modernidad que abraza el más joven de los candidatos vendrá de la mano de los expertos. Como estrategia de campaña es desastrosa por antipática, pero como idea de futuro es insustancial, si no es que aberrante. La promesa es simplemente frívola: a gobernar con apps, parece invitarnos el candidato de ese menjurje de izquierdas y derechas. Se trata, por supuesto, de meter a la cárcel al Presidente y a su gabinete, pero, sobre todo, de diseñar el software que acabará con la corrupción, la app que nos dará seguridad y de encontrar el algoritmo de la prosperidad.

El evangelio tecnológico de Anaya carece de raíz cívica. Los mensajes de Anaya no tocan ninguna fibra, no mueven ninguna emoción porque no conectan con el país. Su teatro quiere ser un espectáculo fresco de charlas inspiradoras y vanguardistas, pero es show para muy pocos. El genio retórico de un político está en la capacidad de enlazar experiencias, mundos, lenguajes inconexos. Comunicarse con muchos auditorios y a cada uno decirle algo que importe. Anaya carece de ese talento porque habla de los suyos y para los suyos. Es un orador elocuente y ordenado, con notable fluidez de palabra, pero sin esa sensibilidad que se requiere para trasmitir una idea de futuro común. Su show puede funcionar en un auditorio empresarial o en algún foro universitario. Fuera de ahí no dice nada.

Anaya, un hombre con dotes innegables para la política de la intriga, no tiene experiencia de gobierno y carece de una visión propiamente nacional. Quien conspira con la pericia con la que lo ha hecho Anaya se encierra en los laberintos de la pequeña política y confunde su corte con el universo mismo. No es extraño que, habituado al hormiguero, sea incapaz de ocupar la plaza pública. Que los promotores de la desastrosa Presidencia de Vicente Fox sean ahora sus colaboradores principales nos habla del absurdo de considerarlo una apuesta imaginativa. ¿Alguien cree que Santiago Creel merece una segunda oportunidad después de lo que hizo en la Secretaría de Gobernación de la primera administración panista? ¿Alguien confía en que Miguel Ángel Mancera puede refrescar la política mexicana después de su gestión en la capital? ¿Podemos imaginar a los burócratas que hundieron al PRD como arquitectos de un nuevo régimen político?

El modelo que sigue Ricardo Anaya no es el del estadista que transforma reglas e instituciones y que logra, desde ahí, cambiar la realidad, sino el del empresario de fama y éxito que reinventa juguetes. Así quisiera ser visto: como el Steve Jobs de la política mexicana. Un detalle lo distingue del visionario de la tecnología: Anaya no vende ningún producto atractivo y la política que nos ofrece no puede promoverse como innovación. Si acaso, Anaya nos ofrece un iFax: un nombre nuevo y pretencioso para un producto viejo e inservible. Eso sí: con buena envoltura.”

La esencia agregaría que la ESENCIA del ser humano es más importante que la mera presencia y para muestra esto que nos refiere Silva Herzog.

Vaya este doble mensaje para que quede claro que hay más en juego que solo parecer HAY QUE SER.

OTRA DE “VIEJITOS”

Y si alguien duda que los viejitos aún pueden  actuar más allá del poder que parezcan tener, vean a Bernie Sanders el candidato perdedor de la fracción Demócrata ante Hillary  Clinton en las pasadas elecciones que les gano el denostado Trump.

Veamos esto tomado de La Jornada en días pasados y referido el 2 de abril por David Brooks  quien señala “_Decenas_ de miles de maestros y personal de apoyo escolar abandonaron sus aulas en Oklahoma y Kentucky coreando “alto a la guerra contra la educación pública” en una acción sin precedente en décadas recientes, mientras sus contrapartes en otros estados contemplan sumarse a lo que algunos bautizan como “la rebelión de los maestros”.

Grupos de maestros se congregaron frente a sus escuelas en Oklahoma esta mañana pero en lugar de ingresar para iniciar el día de clases, se dirigieron desde todas partes del estado para rodear el capitolio estatal; según algunos informes más de 200 distritos escolares de un total de 500 fueron cerrados por la acción.
Estudiantes y familias se sumaron en apoyo de sus maestros y sus demandas que no se limitaban a la remuneración de maestros —entre las más bajas de todo el país— sino en revertir las severas reducciones de gasto público en educación a lo largo de la última década.

Los recortes en Oklahoma y en otros estados han dejado escuelas sin suficientes libros de texto y otros materiales escolares, con instalaciones en deterioro peligroso, y estudiantes y maestros temblando en los inviernos por falta de calefacción.

Varios distritos escolares se han visto obligados a reducir la semana escolar a sólo cuatro días a la semana por falta de recursos, resultado de una reducción de casi 30 por ciento en el presupuesto de educación a lo largo de la última década.

En Oklahoma, el nivel salarial de los maestros ocupa el penúltimo lugar de los 50 estados. Eso, para muchos, implica que han tenido que tomar un empleo secundario para sostener a sus familias, trabajando como meseros en restaurantes de cadena, en supermercados o como choferes de Uber entre otros.

Algunos han tenido que recurrir a programas de asistencia alimenticia o a caridades para atender necesidades básicas de sus familias y hasta a donar sangre por dinero.

El paro en Oklahoma fue acompañado por otro en Kentucky, con miles de maestros inundando el capitolio de ese estado coreando “ya basta” y “no cederemos”, obligando el cierre de todas las escuelas públicas del estado.

Esto después de que decenas de escuelas en 28 distritos escolares tuvieron que cerrar el vienes cuando miles de maestros se declararon “enfermos” y procedieron al capitolio estatal para protestar por cambios en los planes de pensiones.

En Arizona se han repetido las manifestaciones de maestros en las últimas semanas y se está evaluando si estallar en huelga en demanda de la restauración de reducciones en el presupuesto de educación estatal y un incremento del 20 por ciento en salarios.

Maestros en Wisconsin, Pennsylvania y Nueva Jersey también están contemplando acciones parecidas.

Los maestros señalan que la huelga triunfante de nueve días de sus colegas en West Virginia el mes pasado [https://bit.ly/2GOpyha] con demandas parecidas ayudaron en su decisión de tomar acciones como la de hoy detonadas por el hartazgo e ira ante las políticas estatales contra la educación pública (en Estados Unidos, la educación pública es financiada y regulada a nivel estatal).

Estos estados están controlados por republicanos, y estas nuevas movilizaciones podrían tener implicaciones para las próximas elecciones intermedias en noviembre a nivel federal, al renacer una parte del movimiento sindical en esta coyuntura política.

Más aún, estas acciones sindicales son en muchos casos ilegales bajo las leyes estatales, y aún más notable, no son autorizadas por el propio liderazgo sindical sino resultado de organización y coordinación entre las bases comunicándose entre sí a través de redes sociales.

Algunos expertos dicen que se esto se sigue ampliando, se volverá en una ola de huelgas no autorizadas sin precedente desde tiempos de la Gran Depresión.

El fin de semana, el senador Bernie Sanders emito un tuit declarando: “empezó en West Virginia. Continuó en Oklahoma y ahora se está ampliando a Arizona. Maestros están demandando respeto por la educación y los educadores. Se están alzando, luchando y logran avances reales. VIENE EL CAMBIO”.

COROLARIO

SI SEÑOR; VIENE EL CAMBIO REAL  Y EN ELLO LOS MAESTROS Y LOS VIEJITOS COMO BERNIE SANDERS, ¡TENEMOS MUCHO QUE DECIR!

G. Arturo Limón D.
G. Arturo Limón D. Miembro del Cuerpo académico de Sustentabilidad UNAM, y Miembro de la Comisión de Educación en Mesoamérica de la UICN. Profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional de Chihuahua UPNECH

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