Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán
Armando Meixueiro Hernández
Es sabido que para el filósofo empirista escoces David Hume (1711 –1776) la experiencia es la base sustantiva de lo que está en nuestro cerebro, habilidades y destrezas. Para el pensador nacido en Edimburgo, la experiencia es el origen del auténtico conocimiento. A ese contenido de lo que está en nuestra mente y competencias, este autor lo nombraba percepciones y las dividía en dos: impresiones (sensaciones externas, pasiones, emociones) e ideas (imágenes atenuadas de esas sensaciones, por el pensamiento y la razón).
Hoy el hombre civilizado sabe más de la complejidad del conocimiento y sus muy distintos abrevaderos y profundidades, sin embargo, (y lo pensamos con pesar) están de moda la descalificación de la certeza científica y la razón construida con argumentos. Si tienen duda pregúntele sobre los temas de migración o cambio climático al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump o a otros políticos de talla mundial. O a casi cualquier alumnos sobre si quiere seguir el arduo camino que se tiene que recorrer para aproximarse a la verdad. O se sigue queriendo confundir percepción con conocimiento. O, por el contrario, a la muchedumbre sabia en que se han convertido las redes sociales, lista para opinar sobre cualquier cosa.
Por lo anterior vale la pena recalcarlo: el conocimiento científico es hoy insustituible. La ciencia seguirá evolucionando y terminará por vencer cualquier oportunismo de sabiduría de secta, demagogia, pos verdad digital o instantánea o spot como bálsamo.
Es necesario decir que tampoco estamos ciegos, la experiencia siempre cuenta. El diablo (como decía el refrán popular) y muchos que no apuestan al saber científico, alcanzan cierta sabiduría por lo que la han extraído de jugo a la vida vivida en los años terrenales.
Aquí, en la sección Mentes Peligrosas, damos cuenta, en esta ocasión, de tres obras cinematográficas que consideran a la experiencia en forma distinta y en las que se alcanza a ver tres tiempos y espacios del mundo, gracias al cine.
Cuaderno de notas de un joven médico ( Hardcastele A, Reino Unido: 2012-2013) es una miniserie, filmada como película, que relata la historia de un muy joven médico ( 25 años) recién egresado —con honores— de la universidad imperial de Moscú (1917). El Doctor Vladimir Bomgard es adscrito a un lejano y frio lugar, Muryovo, en la tundra rusa. La narración se mueve en dos planos: la llegada y estancia del Dr. Vladimir a ese sitio y la de él mismo veinte años después cuando por su adicción a las drogas es sometido a una dolorosa rehabilitación, según los métodos de la época.
A su llegada a lugar el joven médico, no se cansa de repetir de sus éxitos académicos (15 calificaciones de 10), pero se enfrentará tres realidades implacables que lo terminarán de educar: su propia inexperiencia puesta a prueba; la de las enfermedades de una comunidad apartada e inculta en la que tiene que hacer las más diversas actividades, desde sacar mulas, atender partos, amputar piernas, atender enfermedades venéreas, etc. y; tres fantasmas que lo auxiliarán/ atormentaran: a) él mismo, ya experimentado y perseguido por el ejército soviético por sus adicciones; b) el viejo médico anterior , ya muerto, con todas sus manías y sellos propios y c) su equipo de trabajo heredado del anterior responsable del hospital rural.
Vemos como la inexperiencia lo va ir gobernando: caso por caso, queda desnudo de lo que le falta profesionalmente para ser médico. Recurría a lectura o evasivas pero al tener contacto con la droga lo condenará para siempre a su dependencia. La experiencia algo ayudará parta paliar estos males.
Daniel Blake es un trabajador de la carpintería en el Reino Unido contemporáneo, que en la madurez de la vida (60 años) es sorprendido por un mal cardiaco. Él acudirá a los médicos que le prescribirán reposo absoluto, pero que en una maraña de cuestiones burocráticas el sistema de salud le impide ejercer su derecho al beneficio de seguridad social que da el Estado por ley.
En este film (Loach; Yo, Daniel Blake, Reino Unido: 2016) —que ha hecho ganador por segunda vez a Palma de Oro en el festival de Cannes a su director— vemos la experiencia en dos formas: la que hace de un buen trabajador recurrir a un sistema que impide ejercer sus beneficios, obligándolo a decir mentiras y llenar formatos a perpetuidad y la, segunda, la de un hombre solidario con su entorno —vecinos y conocidos próximos— que ha llegado a ser un calificado carpintero, pero que ve un mundo en el que cada individuo tiene que enfrentar la adversidad en forma anónima y solitaria. Tal cual como sucede en el capitalismo en la obra de Loach y en la vida misma. Daniel recurrirá al extremo para hacerse visible, en esta ingrata experiencia.
Dos hermanos se dan a la tarea de asaltar algunos bancos de pueblos en la parte oeste de Texas, para —irónicamente— poder pagar la hipoteca de la granja familiar al mismo banco. La madre de ambos acaba de morir y uno de ellos recién salió de la cárcel será convencido por su hermano de esta acción. Un viejo Sheriff, a punto de jubilarse, tratará de detenerlos antes de que realicen su último atraco.
Este es el argumento de la película género western contemporáneo Contra viento y marea (Mackenzie D. Hell or High Water, USA: 2016), en el que nos interesa destacar la acción de este Sheriff, que parece no creer en nada o nadie, que no sea su propia experiencia.
Es viudo y vive sólo para su trabajo, el cual cumple de forma competente recurriendo, la mayoría de las veces, a los muchos años que lleva velando la justicia en la región. Por eso se guía más por su intuición que por las modernas cámaras de vigilancia o en los archivos; tiene un olfato que lo hace inferir rápidamente cuando lo quieren engañar o le dicen mentiras; se anticipa a lo que harán los delincuentes por casos semejantes o por las pistas que ellos mismo van dejando o como atacarlos por otro flanco.
Aunque es un poco insoportable, este personaje, texano, machista y racista (una excelente interpretación actoral de Jeff Bridges que le ha valido reconocimientos) y no siempre acierta en sus predicciones y movimientos, por ejemplo, cuando se equivoca en el lugar del próximo a ser asaltado, este sheriff es notable porque no hace ver que los años que pasan, si uno se esfuerza y enfoca, siempre sirven de algo, en cualquier ocupación y/o profesión y hasta después de ella.
Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán
Director de Pálido Punto de Luz
Armando Meixueiro Hernández
Director de Pálido Punto de Luz