Joel Ortega Juárez
En recuerdo de Don Joel Ortega Rodríguez un trabajador.
Millones de palabras, de frases, de conceptos, de ensayos, de libros, seminarios y otras muchas y aún desconocidas actividades del pensamiento y hasta del no pensamiento, del vituperio, del panfleto, de la fe, del fanatismo; no alcanzarían para describir la decadencia del mundo.
No alcanzan los peores presagios para retratar la decadencia nuestra. La política es un bazar de despojos. No hay día ni personaje donde ocurran las más deleznables conductas. Sus dimensiones y profundidades rebasan las peores páginas de la nota roja de antaño. “La Prensa” , “Alarma” y otros panfletos de aquí del rancho grande y de las metrópolis parecen cuento de niños ante los hechos de Iguala, Jalisco, Tamaulipas, Estado de México, Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y todas las demás “entidades” de nuestra “ república”.
La “guerra de Calderón” cobra vida dramática con el derribo de helicópteros militares en Jalisco y el operativo de los narcos en varias ciudades.
Todos los partidos están o actúan como maiceados.
Los datos “duros” de la economía rebasan los pronósticos más escépticos
Las “reformas de gran calado” ya no producen entusiasmo ni entre sus inventores oficiales y oficiosos. No hay resultados ni a corto a ni largo plazo. La “ultima coca cola del desierto” no era real. Los inversionistas optaron por otras latitudes.
La “desaparición de México” proclamada por ilustres teóricos, no ocurrió. Por buenas y malas razones la “protesta patriótica” contra la “entrega del petróleo”, no rebasó unos cuantos centenares de acarreados.
En plena catedral ocurrió un disparo: estudiantes normalistas rurales fueron cazados y una buena parte de ellos asesinados con sevicia inaudita. Todo en un municipio gobernado por el PRD cuya policía los entregó a una banda de criminales. Anteriormente la PGR, la dirección del PRD y demás ¡autoridades! se hicieron ojo de hormiga. La gente no entiende tantas sofisticaciones legales y “teóricas” y salió a gritar Fuera Peña Nieto.
Miles de millones en todo el planeta y unos 60 aquí, siguen explotados, humillados , sin voz y suplantados por unos cuantos sinvergüenzas.
Los motivos sobran para pensar creativamente y luchar por la libertad plena.
Joel Ortega Juárez
Economista y pensador social