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Deserciones


Daniel Flores Salgado


El chavo y la identidad nacional en Brasil 2014

Me ha resultado sorprendente como mexicano y como aficionado al deporte en general y en específico al fútbol, las formas en que nuestros compatriotas se hicieron presentes en el mundial de Brasil 2014. Más allá de los diversos elementos que puedan derivarse del gusto por este juego deportivo, que pueden ir desde un simple entretenimiento hasta una pasión desbordada, que rebase incluso la realidad de cada quien; es un hecho que representa un fenómeno social, económico y sin duda cultural.

Es en este ámbito, en el cultural, en donde pretendo compartir algunas reflexiones que me han cruzado la mente a partir de este evento internacional y que emergen a partir de observar las playeras, gorras y disfraces representativos de los personajes de los programas cómicos mexicanos: El Chavo y El Chapulín Colorado.

Estas series televisivas y los diversos personajes que de los mismos derivan desde hace muchos años, sin que sea la intensión de analizar con detenimiento el contenido que desarrollan, ofrecen un entretenimiento meramente simple, que lo único que genera en su auditorio es pasividad en el pensamiento. Lamentablemente, estos personajes se han convertido en parte de los referentes de identificación de nuestro país en el extranjero, sobre todo en Latinoamérica, lo cual sin duda alguna no es casualidad.

Estos dos aspectos, la presencia de compatriotas con algún rasgo de los programas mencionados y la trascendencia que implica en su contenido para una gran parte de la población, son los que se conjugan demeritando en varios aspectos a una nación tan grande como la nuestra. El lector podrá cuestionar que lo descrito no es algo nuevo ni en análisis ni en las formas en que se asiste a los estadios, tiene razón; la cuestión es que veo un incremento de su uso y en consecuencia de lo que implica como identidad mexicana, y en el impulso desde la televisora origen de este tipo de programas que propician el mismo impacto.

Efectivamente en eventos deportivos como juegos olímpicos, series del Caribe, copas América y mundiales de fútbol entre otros, hemos visto chapulines, chavos, chilindrinas y quicos, buscando apoyar al representativo mexicano correspondiente; pero estos personajes ¿qué tienen que ver con la identidad nacional? ¿qué aportan a la gigantesca cultura mexicana?, la respuesta es simple, absolutamente nada.

Reitero que estos eventos son de fiesta, de celebración, de esparcimiento; todo necesario y válido en el tipo de sociedad en que nos desenvolvemos, independiente de lo que cada quien haga con este producto después de haber concluido, pero que se promueva que sean parte de una identidad nacional es alarmante. Un ejemplo es cómo, previo a los partidos de México en este mundial 2014, conductores se vistan en forma indistinta con playeras del propio equipo y del chapulín.

Es un espectáculo extra a lo que implica el fútbol por sí mismo, ver las manifestaciones de la gente de cada país. Personas con “armazón” simulando al ejército inglés de la época de los castillos, franceses con uniformes del ejército de esta nación en el tiempo de Luis XVI apoyando a su selección, mujeres “Bávaras” de Alemania, hombres y mujeres vestidos como gitanos gritando —“Aupa”— en apoyo al equipo español, tantos colombianos con su tradicional sombrero y poncho, por supuesto las adelitas y los demás mexicanos que utilizan atuendos con influencia precolombina y con trajes de charros; todo ello, nada tienen que ver ni en identidad ni en lo cultural, con los personajes de programas tan vacíos.

Espero que nunca suceda, pero no estamos tan lejos de utilizar estos disfraces en las celebraciones patrias…..

Daniel Flores Salgado
Doctor en Educación (UCI), Maestro en Educación Ambiental (UPN), Especialista en Gestión Directiva de Calidad en Educación Básica (CAM-DF), Especialista en Computación y Educación (UPN), Licenciado en Administración (UAM), Licenciado en Educación Primaria (BENM), Supervisor Escolar de Educación Primaria (SEP), Docente de Licenciatura, Maestría y Doctorado en Educación (UCI), Auditor externo de la Licenciatura en Educación Primaria (Ceneval), Diseñador de programas académicos en Educación Primaria (IFIIE).

Víctor M Rodríguez. 05 de Agosto de 2014 10:03

Maestro: Muy interesante tu reflexión, y la he compartido desde que tuve relación con profesores latinoamericanos quienes siempre me preguntaban por esos personajes, la verdad, a mí me daba vergüenza. Peor aún, que unas profesoras coreanas me preguntaban que por qué yo era moreno, ya que ellas pensaban que los mexicanos éramos rubios, a causa de las telenovelas mexicanas que veían, especialmente la que ellas llamaban “Jimena sensei” (Carrusel de niños).

Saludos

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