G. Arturo Limón D.
Dedicado a la memoria de Fernando Rodríguez Cerna, hombre de calidad humana proverbial que se extrañará por su fino trato y nobleza, y Kemish Díaz Limón sol nuevo que emerge con sus catorce primaveras a la vida que nació con el ciclo milenario de vida que con se renueva siempre.
Todos sabemos que el crimen perpetrado contra Luis Donaldo Colosio AQUEL 23 DE MARZO DE 1994 dio muerte en México a algo más que a un hombre, muchos consideramos que este hecho privo a nuestro país de dos factores que desde entonces modificaron las reglas del juego político y desde entonces en una dramática analogía lo ahí sucedido en ese escenario que fue Lomas Taurinas se modificó para que nadie recuerde como fue, justo como parecen hacer los esfuerzo neoliberales por modificar un país como los empeños salinistas de ayer y de hoy lo muestran. La carencia de un Estado de Derecho y la cancelación de la esperanza de construir nuestro propio camino, nuestro propio destino, que como la vida de Colosio se fue, no sabemos aun a donde aunque a decir verdad pareciera ser que seguimos como se señaló aquel seis de marzo del 94 por Luis Donaldo siendo un país “con hambre y con sed de justicia”, de “gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla, de mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”.
G.A.L.D
Me impresionó sobre manera ale hecho de que hace unos 5 días que tomaba la decisión sobre el tema decidiera sencillamente el de recordar por la fecha exacta que hoy se cumple de los 20 años del magnicidio que victimó a Luis Donaldo Colosio Murieta y que fuera tema que abordaría hoy con ustedes decidí el que se indica COLOSIO ; A VIENTE AÑOS DE UN CAMINO, QUE NO FUE.
Sorprendido quedé cuando vi dos días después la aparición del libro que compila Alfonso Durazo que lleva por título; COLOSIO EL FUTURO QUE NO FUE
Así que sin más aquí comparto fragmentos de las ideas y testimonios del grupo cercano a él han publicado no sin señalará el discurso del 6 de marzo pieza de oratoria que se dejara sentir cada vez más con los años, si no como el detonador de la toma de decisión de quien elimino a Colosio si como al radiografía de un México que se niega a dejar esos viejos vicios.
Durante el acto conmemorativo del LXV Aniversario del PRI
en el Monumento a la Revolución.
Marzo 6, 1994
Compañeras y compañeros de partido;
p(mono).Compatriotas:
p(mono).Aquí está el PRI con su fuerza. Aquí está el PRI con sus organizaciones; está con su militancia, está con la sensibilidad de sus mujeres y de sus hombres. Aquí está el PRI con su recia vocación política. Aquí está el PRI para alentar la participación ciudadana.
p(mono).Aquí está el PRI para mantener la paz y la estabilidad del país, para preservar la unidad entre los mexicanos. Aquí está el PRI en pie de lucha. Aquí está el PRI celebrando un año más de intensa actividad política.
p(mono).Aquí está el PRI que reconoce los logros, pero también el que sabe de las insuficiencias, el que sabe de los problemas pendientes.
p(mono).….quedó atrás la etapa en que la lucha política se daba, esencialmente, hacia el interior de nuestra organización y no con otros partidos. Ya pasaron esos tiempos.
p(mono).Hoy vivimos en la competencia y a la competencia tenemos que acudir; para hacerlo se dejan atrás viejas prácticas: las de un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno, las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar.
p(mono).Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.
p(mono).Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan. Ciudadanos que aún no tienen fincada en el futuro la derrota; son ciudadanos que tienen esperanza y que están dispuestos a sumar su esfuerzo para alcanzar el progreso.
p(mono).…Es la hora de hacer justicia a nuestros indígenas, de superar sus rezagos y sus carencias; de respetar su dignidad. Como lo dije en San Pablo Guelatao, Oaxaca: es la hora de celebrar un nuevo pacto del Estado mexicano con las comunidades indígenas.
…La educación es nuestra más grande batalla para el futuro. A ella destinaremos mayores recursos.
…¡Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad!
Es la hora de la Nación. Es la hora de ser fuertes todos haciendo fuerte a México”
Esa era la voz de Luis Donaldo esa que no acallaron porque está aquí vigente hablando por sí y por la de su amigos y aún de quienes conociéndole a distancia sabíamos que en el sistema político encarnaba en ese momento de menos la esperanza por eso quien cerró el camino se equivocó, LAS IDEAS NO SE MATAN y las de Colosio están aún permeando en la sociedad como se ve y se siente en la expresión de este libro del que aquí comentaré fragmentos.
LAS VOCES
La idea de este libro surgió en un desayuno en la Ciudad de México con Alfonso Durazo y Agustín Basave. Ahí se comentó que en el vigésimo aniversario luctuoso de mi padre deberíamos hacer algo significativo, y se sugirió publicar un libro de testimonios de familiares, amigos y colaboradores. Me gustó la propuesta. Se han escrito muchas obras sobre él, pero no hay una que recoja las descripciones acerca de su personalidad y de sus ideales por parte de quienes estuvieron cerca de él en las distintas etapas de su vida.
Al concebirse esta obra se pretendió dar una visión actualizada del personaje completo de Luis Donaldo Colosio. Más allá del político, existían otras facetas que complementaban el carácter de la persona que muchos tuvimos la dicha de conocer. Esta colección de historias pretende dar un panorama integral de la vida de Colosio y presentar al ser humano entero, a partir de una conjunción de experiencias vividas a través de colegas, colaboradores, familia y allegados que, juntos, superan toda versión aislada.
Luis Donaldo Colosio Riojas
En esas condiciones, Colosio desplegó una campaña en circunstancias sumamente adversas, ante señales controvertidas que provenían de lo más alto de la estructura de poder. Su temperamento lo llevó a buscar acuerdos, pretender que las dificultades podrían superarse con base en el diálogo, pero la vida no le alcanzó. Atrás de la puerta estaba la conspiración.
p>. Víctor Samuel Palma
Se inició entonces una campaña contra la campaña que probablemente tenía el propósito de recordarle al candidato dónde estaba el sol. Donaldo aguantó estoicamente y redobló su esfuerzo sin que el apoyo real que recibía se reflejara en los medios. En Aguascalientes, Hidalgo, Yucatán y Nuevo León debo haber asistido a actos y mítines paralelos a los que vieron ciertos periódicos que los reportaron “desangelados”. Pero mientras eso ocurría, algo más grave se estaba fraguando en alguna otra parte, algo que trascendía ese juego político de ambiciones y sometimientos y sobre lo cual quizás escribiré algún día. El hecho es que, tras del espléndido discurso en el Monumento a la Revolución y justo cuando empezábamos a ver la luz al final del túnel, llegó el día del oprobio, el 23 de marzo (de 1994). Tengo cincelado en mi mente el momento en que me avisaron, durante una sesión de la Cámara de Diputados, de lo sucedido en Tijuana, y la llamada de mi hijo mayor que me pedía, llorando, que nunca más fuera yo candidato a nada, porque a sus 10 años descubría que los buenos no ganaban: eran asesinados.
Agustín Basave
Después del asesinato de Colosio esperé que el priismo nacional exigiera claridad en las investigaciones y castigo no solamente a un presunto autor material sino, además, a quienes hubiesen tejido esa trama poderosa. […]
A la distancia sigo creyendo que el asesinato de Colosio fue una maniobra que sólo pudo ser concebida, ejecutada y mantenida en la impunidad por el propio poder supremo que en ese momento constituía el salinismo, en sus dos vertientes más notables, la del propio Carlos como cara política reformista y la de Raúl como operador financiero comprometido con intereses oscuros tanto en negocios con recursos públicos como de otra índole. También creo que el sonorense Colosio se resistió a ser la pieza dócil, manipulable, que ese salinismo pretendía llevar a Los Pinos para instaurar un caciquismo transexenal que devendría en el intento de facilitar la reelección del propio Carlos Salinas de Gortari (esos mismos proyectos de caciquismo transexenal fueron frenados por el sustituto que el salinismo también calculaba que sería dócil, el inexperto Ernesto Zedillo que sin embargo tocó el resorte clave para apaciguar a Carlos, al encarcelar a Raúl). La ejecución de Colosio, desde mi punto de vista, frenó el proceso de reforma democrática y arrojó al país a un torbellino altamente lesivo para los intereses populares, hasta llegar al neosalinismo encopetado que hoy se vive. Hoy mismo, como Luis Donaldo el 6 de marzo de 1994 en el Monumento a la Revolución, es posible ver a ese México “con hambre y con sed de justicia”, de “gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla, de mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”. Con ese Luis Donaldo es con el que luché por el cambio democrático durante años que marcaron mi vida.
Julio Hernández López
Han pasado 20 años. Aburto está a punto de reducir su condena y obtener su libertad. Los expedientes levantados por los tres fiscales especiales han pasado al archivo muerto de la Procuraduría General de la República. La versión del asesino solitario que realizó dos disparos continúa sin convencer. Se han escrito infinidad de libros y se han producido documentales y películas que ponen en duda las investigaciones y apuntalan la tesis de que se trató de un crimen de Estado, tramado desde las esferas del poder y los intereses que temían perder el control del candidato y, con ello, sus privilegios.
Si Colosio iba a tener la fuerza y la voluntad de alcanzar las reformas que planteó en su discurso ante la militancia priista en el Monumento a la Revolución, nunca lo sabremos.
Muchos políticos han querido retomar demagógicamente ese discurso y convertirlo en un ideario. Erigirse en los herederos del mismo, cuando los hombres y mujeres que formaron parte de su círculo cercano se han disgregado e incluso algunos se sumaron a quienes consideraban sus adversarios.
Lo cierto es que el México nacionalista que Colosio proponía, el que pretendía reformar el poder para consolidar la democracia y transformar la política económica para abatir la desigualdad, el México federalista, el de la defensa del patrimonio y los recursos naturales del país, el de la inclusión social para el desarrollo, hoy no existe. El PRI le ha dado la espalda al país.
Alejandro Encinas Rodríguez
Que la vida pero sobre todo que la muerte de Colosio no se olvide en ello va la memoria y la historia de este país que tiene derecho a hacer sus caminos
G. Arturo Limón D.
G. Arturo Limón D. Miembro del Cuerpo académico de Sustentabilidad UNAM, y Miembro de la Comisión de Educación en Mesoamérica de la UICN. Profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional de Chihuahua UPNECH