En_el_auditorio
Deserciones

Afilar las garras al Puma

Joel Ortega Juárez


¿El Dr.Narro es homeópata?

Los enfrentamientos en el auditorio Justo Sierra-Che Guevara perjudican al movimiento estudiantil. Resulta muy difícil entender cuáles son las “razones” de los rectores De la Fuente y Narro para tolerar esa “toma” que tiene ya poco más de 14 años.

El autoritarismo en la UNAM ha optado por desalojos violentos para poner fin a movimientos universitarios. Tal fue el caso en 1977 cuando el rector Soberón acusó a los trabajadores en huelga del naciente Stunam de cometer el delito de despojo. Entonces fuimos acusados de despojo ante la PGR todos los integrantes del Comité Ejecutivo del Sindicato, que intentó agrupar en una sola organización a los trabajadores administrativos (Steunam) con los académicos (Spaunam).

Según las autoridades encabezadas por Guillermo Soberón y su abogado general Diego Valadés, nuestra huelga despojó a la UNAM. Para poner fin a ese despojo la policía invadió los campus universitarios el 7 de julio de 1977. En el operativo detuvo a cientos de trabajadores, los remitió a diversas cárceles. La presión del movimiento obligó a las autoridades universitarias y al gobierno a liberarlos paulatinamente, quedando hasta el final los integrantes del Comité Ejecutivo, quienes eran reos del delito de despojo. Sin juicio alguno los presos fueron excarcelados y los que no fuimos detenidos, pero estábamos también acusados de despojo, de la misma manera arbitraria como se nos acusó quedamos liberados de la acusación.

En la huelga estudiantil de 1999-2000 también se acusó a los huelguistas de cometer el delito de despojo. Otra vez los campus universitarios fueron tomados por la policía, en este caso la recién creada PFP y también fueron detenidos cientos de estudiantes. Muchos permanecieron varias semanas y meses en los reclusorios. De un momento a otro quedaron libres. Otra vez se procedió con absoluta arbitrariedad.

Al salir la PFP de los terrenos universitarios, un pequeño grupo de supuestos activistas estudiantiles se adueñaron del auditorio Justo Sierra-Che Guevara. En estos 14 años se han rotado varios grupos en esa toma. Se autonombran de diversas maneras y a su vez son acusados por otros grupos de ser porros, policías, provocadores y otros adjetivos semejantes o peores. Han ocurrido diversas esramuzas para desalojar a unos y adueñarse otros del Che. Cíclicamente se hacen campañas mediáticas donde se muestran imágenes que desprestigian a sus ocupantes y que se tratan de presentar como pruebas del vandalismo estudiantil.

La toma del Che ha sido usada como vacuna contra cualquier movimiento disidente en la UNAM.

Salvo el extraordinario movimiento #YoSoy132, que rebasó los límites de la UNAM y algunos pequeños movimientos, no existe ninguna lucha estudiantil desde hace 14 años en la UNAM, a pesar de que sobran los motivos internos y de tipo nacional para que surgiera un gran movimiento estudiantil, como en otras partes del mundo, como Chile, Francia e incluso Inglaterra.

El desprestigio de los movimientos estudiantiles a los que se asocia con vandalismo, narcomenudeo, provocación se ha conseguido, en buena parte, por la ocupación del Che.

¿Es una receta homeopática del Dr. Narro?

joeloj7168@yahoo.com.mx

Joel Ortega Juárez
Economista y pensador social

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