Carbon-diamante
Deserciones

Mirador del Norte

G. Arturo Limón D.


¿Carbón o diamante?

El carbón y el diamante son esencialmente lo mismo, carbón, la diferencia la hace que uno se consume con un propósito y el otro permanece, así advertimos como en diversos medios sean estos ; internet, radio, TV, o en los diarios hay noticias que día a día, semana a semana, se consumen, CUAL CARBÓN, algunas son propaganda, otras solo avivan el fuego de la crítica o las hay que se advierten mera propaganda, pero hay otras que dejan huella por su aporte de verdad, valor y trascendencia, estas pasan a ser hechura valiosa, así en una analogía se convierten en joyas preciadas y preciosas que se diferencian de las otras las que se consumen, por decirlo de alguna manera; propaganda y verdad, están hechas de palabras como el carbón y diamante están hechos de la misma materia, empero ambos tienen al hombre de por medio, él es quien hace la diferencia, ENTRE LO QUE SE CONSUME Y LO QUE SE ATESORA. G.A.L.D.

EL HECHO

Todos los seres vivos se forman a partir de compuestos basados en el carbono

Todas las condiciones físicas y químicas de la tierra son creadas de forma que sea posible la vida. La posición de la tierra en el universo y ciertos factores, tales como el calor, la luz, el agua y el aire, poseen las cualidades que los seres vivos necesitan. Esta perfección del plan macrocósmico es la misma que existe en los elementos y moléculas de las dimensiones microscópicas.

El átomo de carbono, que constituye casi un 0,2 % de la corteza terrestre, ocupa un lugar muy especial entre los elementos. Todos los seres vivos se forman a partir de compuestos basados en el carbono. Además, el 94 % de los compuestos —más de 4 millones— contienen átomos de carbono. Determinados compuestos carbónicos constituyen prácticamente un 18 % de la materia de los seres vivos, siendo el resto mayoritariamente agua. Dichos compuestos se utilizan a modo de piezas en la formación de las células. Solo el carbono tiene la habilidad de combinarse con otros elementos de diferente variedad y complejidad con objeto de llevar a cabo las funciones fundamentales en las que se sustenta la vida. Mientras que los átomos de carbono forman fácilmente cadenas mediante la creación de enlaces químicos, ningún otro elemento tiene esa capacidad. Estas cadenas que se forman de manera lineal pueden dividirse en ramificaciones y conectarse para formar anillos que, en realidad, son polígonos formados por tres, cuatro, cinco, seis o más átomos de carbono. Debido a dicha cualidad, el carbono es el elemento que forma la base de muchas cosas, desde los alimentos que consumimos hasta la ropa que vestimos, pasando por los combustibles que utilizamos y el mobiliario del que disponemos.

La temperatura que hace posible la existencia de los compuestos de carbono oscila entre los -20 ºC y los 120 ºC. Los compuestos de carbono se congelan a una temperatura de -20 ºC y comienzan a romperse a 120 ºC. En el espacio, donde existen un calor y un frío extremos, el único rango de temperatura que posibilita la existencia de compuestos de carbono se da en la tierra, siendo éste un rango de calentamiento muy sensible. Las temperaturas de nuestros planetas vecinos nos proporcionan una idea más clara: tan cálidas como los 450 ºC de Venus y tan frías como los -53 ºC de Marte. A dichas temperaturas resulta imposible que el elemento carbónico forme compuestos y, en consecuencia, seres vivos. De ahí que la tierra sea el único planeta dotado de las condiciones que posibilitan la vida.

Carbono amorfo (carbón)

La estructura amorfa es aquella que no tiene una estructura cristalina definida; es decir, aquella en la que los átomos se disponen de manera desordenada. La masa de átomos de carbono de estructura amorfa se denomina carbón. Cuando las plantas mueren, experimentan una transformación química debida a la acción de los microorganismos. Si las plantas muertas se acumulan en un humedal adecuado y se entierran mediante un proceso geológico, su proporción de carbono aumenta y comienzan a transformarse en carbón. Los tipos de carbón se clasifican en función del porcentaje de carbono que contienen. Geológicamente, dicho proceso de transformación tiene lugar en un período de entre 15 y 345 millones de años. El carbón constituye una de las formas de energía que se utilizan con mayor frecuencia.

El diamante

El diamante es la sustancia más dura que conocemos. A pesar de ser una sustancia transparente e incolora, puede presentarse en colores pastel —amarillo, marrón e incluso negro— debido a su combinación con otros minerales. El diamante es un excelente aislante eléctrico y constituye la sustancia de mayor conductividad térmica, por lo que puede cortarse sin sufrir deformaciones. En el diamante, los átomos de carbono se disponen en un patrón que forma una estructura cristalina cúbica. La extraordinaria resistencia del enlace carbono-carbono y su dura y compacta estructura impiden que reaccione con los elementos de su entorno. Arde a una temperatura de 850 ºC. En una pieza de diamante pueden existir otros átomos que provoquen impurezas y disminuyan su valor. En los diamantes naturales de primera calidad existe un solo átomo extraño por cada 100.000 átomos de carbono. Además de ser usados en joyería, los diamantes son ampliamente utilizados en productos industriales tales como taladros, cortavidrios y herramientas similares. Un 75-80 % de la producción de diamantes se utiliza en dicho sector.

Formación del carbón, grafito o diamante a partir del carbono

Los compuestos orgánicos basados en el carbono fueron sepultados bajo tierra hace millones de años como consecuencia de los movimientos de la corteza terrestre. Esas masas orgánicas sufrieron cambios físicos y químicos debidos al calor y a la presión. De manera gradual, el agua, el dióxido de carbono, el oxígeno y, en las últimas fases, el hidrógeno, abandonaron dichas masas. Esta materia orgánica denominada «turba» se transforma primero en lignito, luego en carbón sub-bituminoso, a continuación en carbón bituminoso y, por último, en antracita. Si las condiciones lo permiten se transforma en grafito. El carbón es el primer tipo de sustancia formada por átomos de carbono en su proceso de convertirse en diamante. Mientras que para la formación de carbón son necesarios valores inferiores de temperatura, presión y tiempo, el grafito requiere valores mucho más altos. El diamante se forma en el manto terrestre a una profundidad de 150-200 km. Esta valiosa sustancia es transportada posteriormente a la superficie de la tierra por rocas volcánicas como la lamproita y la kimberlita. Para que se forme un diamante se requiere una presión atmosférica de 50.000 atm, 2.400 ºC de temperatura y un período de 3 mil millones de años. Sin esta presión extrema y este largo período, la sustancia que se forma mediante el carbono no será sino grafito. Es posible transformar grafito en diamante de manera artificial; no obstante, de acuerdo con los cálculos, para lograrlo se requiere una presión mínima de 10.000 atm. En 1955, se obtuvo por primera vez diamante artificial mediante una presión de 100.000 atm, 2.500 ºC de temperatura, y utilizando cromo a modo de catalizador. Sin embargo, las piezas de diamante obtenidas fueron pequeñas y de color negro, y la mayoría de ellas no pudieron clasificarse como joyas. En otro intento, llevado a cabo en 1962, el grafito se transformó en diamante, sometiéndolo a una presión de 200.000 atm y a una temperatura de 5.000 ºC, sin utilizar ningún catalizador.

Similitud entre el carbono y los seres humanos

Mientras que las propiedades de los átomos de carbono varían en función de la estructura de los cristales, el estilo de vida y la visión del mundo de las personas dependen de la comunidad en la que habitan y de la posición que ocupan dentro de dicha comunidad. Para convertirse en un diamante, el nivel más alto de su clase, la persona ha de atravesar circunstancias difíciles. Si los átomos de carbono dijeran, «esto es más de lo que podemos soportar, preferimos unas circunstancias más fáciles», solo podrían llegar a ser grafito. Si también se evitan las circunstancias del grafito, uno no puede sobrepasar el nivel del carbón. Los diamantes se guardan en cajas fuertes y se lucen en las ocasiones más especiales mientras que el grafito tiene una variedad de usos prácticos como material industrial. En cuanto al carbón, éste acaba ardiendo. De alguna forma, la situación de los seres humanos recuerda a la de los átomos de carbono.

Desde un punto de vista biológico, toda persona se compone de los mismos elementos, pero su valor será lógicamente distinto en función de los procesos que atraviese y de los comportamientos que muestre. Algunos son pacientes ante el infortunio, confían sinceramente en Dios y acaban convirtiéndose en los diamantes de la humanidad.

Otros, a los que podríamos comparar con el grafito, logran un nivel aceptable, aunque no puedan convertirse en diamantes. Es probable que aquellos que eligen asumir la forma más baja se enfrenten a un destino similar al del carbón.

COROLARIO

Es decir son consumibles, como el carbón que alimenta la hoguera de una critica que no cesa, como no cesa la realidad que no deja de sorprendernos con las malas noticias que leemos. Sin embargo este año hare un viraje y con mi análisis en este espacio, hago votos de no dejar de ser desde aquí ese carbón o de menos ahúme ese brillo fatuo de la propaganda que engaña a la ciudadanía haciéndole aparecer delante una realidad inexistente.

Empero deseando no solos ser carbón que se consume , sino buscando iluminar, quemar , fundir, calentar o de menos ahumar con a critica que empañe el oprobio de la mentira con la crítica, SE SIN DUDA ALGUNA, que con su dureza también el carbón puede irradiar luz en su forma del diamante QUE EN EL DESTELLO DE UNA OPINION, UNA LUZ, UN VALOR EXPUESTO, UNA VERDAD DEVELADA, si de una opinión que traiga claridad y sobre todo en estos tiempos aliente la esperanza, sea luminosa para esta oscuridad, esa es la intención de esta columna este año y siempre.

VA UN ABRAZO DE FELIZ 2014, PORQUE MAS ALLA DEL HUMO DE LA HOGUERA Y DE LA TRAGEDIA QUE ENSOMBRECE SIEMPRE EL ER HUMANO QUE ES CARBON Y ES DIAMANTE A LA VEZ, HA DE TRAER DESDE AQUÍ CON SU ANIMO DE HACER PERIODISMO CRITICO, DESTELLOS DE ESPERANZA PARA QUIEN DESEE ATENDERLOS.

Referencias

  • El carbón, el diamante y el ser humano Autor: İbrahim Özbek—Fuente: Revista Cascada Articulo tomado del Web Islam, 16/08/2013—
  • H. W. Kroto, J. R. Heath, S. C. O’Brien, R. F. Curl y R. E. Smalley. 1985. «C60: Buckminsterfullerene.» Revista «Nature» 318. DOI:10.1038/318162a0.
  • L. Vlasov, D. Trifonov. 2005. 107 Stories about Chemistry, TUBITAK., Ankara.

G. Arturo Limón D.
G. Arturo Limón D. Miembro del Cuerpo académico de Sustentabilidad UNAM, y Miembro de la Comisión de Educación en Mesoamérica de la UICN. Profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional de Chihuahua UPNECH

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