Rtrb_fil_gdl
Deserciones


Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán

Palabras leídas en el Coloquio ¿Dónde estás Sofía? Leer, pensar y hacer para ser, dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2013

La investigación como droga dura; un cuestionario

¿Cómo decidiste hacerte investigador o cuándo te diste cuenta que te convertiste en investigador?

Todavía no conozco a un niño que diga: de grande quiero ser investigador. Yo en cambio dije antes de los cinco años que quería ser profesor. La vocación de investigador, es decir sentir ese llamado o estar abocado a descubrir hechos, cosas, conexiones, conocimientos, surgió, poco a poco a lo largo de mi vida, de tres maneras en mí y supongo que en otros, a saber:

a) En la infancia hay como una inclinación natural a explicarse el mundo, por medio de un diálogo interno que con frecuencia exterioriza en forma de duda. El lugar común sirve: cualquier niño se apropia del mundo con los sentidos y preguntas. Es un investigador natural, pero no siempre se resiste el embate anti-científico de las instituciones, que forman memorística y dogmáticamente en el saber científico;

b) La vida académica y el contexto cultural y sobre todo familiar en el que le haya tocado en suerte nacer. Sobre la primera ilustran los buenos maestros —que tuve y muchos— y sobre todo que provengo de una familia de gente dedicada a la docencia, y;

c) La tercera son los libros, los creadores —divulgadores científicos y los héroes juveniles. Para mí el contacto con las obras, con quien escribía y con la posibilidad de verlos próximos, como seres terrestres, humanos y con un lenguaje próximo, sin jerga científica y no petulante me atrajo mucho desde la adolescencia.

Después de que uno lee mucho, toma muchas clases y se decide a estudiar algo ( antes que alguien lo decida por uno) y entonces tiene aún más contacto con la investigación en forma inevitable. De ahí que pensemos que la investigación tiene un largo proceso de incubación en las escuelas, con los trabajos, o las tareas, fichas, reflexiones, exposiciones, visitas a bibliotecas y museos, las clases de ciencia y las búsquedas de datos. Yo estudie después de que para maestro, una licenciatura en Sociología. No sabría explicar porque pero suponía que los sociólogos eran quienes mejor entendían el contexto, el mundo en el que estamos los humanos.

En la universidad me formaron investigadores y eso siempre tiene sus consecuencias. La Universidad Autónoma Metropolitana tiene muy clara esa figura de profesor-investigador y un investigador siempre tiene la tendencia a replicar lo que hace investigando en el salón de clase. Crea replicantes. Es como otro laboratorio en donde se van creando los investigadores en ciernes. Eso fue determinante. De sedujo, como cada profesor era un enamorado del tema del que era catedrático.

Después me especialice en la Maestría en Desarrollo integrado y ambiente en el Instituto Politécnico Nacional. Que vinculé —dada mi tradición— muy rápido con educar para lo mismo. Mi vida académica como maestro universitario se desarrollo por esta vía cuando, aún muy joven constituía y coordinaba la primera maestría en Educación Ambiental del país. Ahí note que no había forma de hacer un posgrado que valiera sin el soporte y evolución de la investigación. También me di mi tiempo para estudiar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográfico (CUEC), un año de cine, que era mi distracción favorita, hasta ese entonces. Después se convirtió en otro objeto de estudio.

La educación, el cine y el medio ambiente, después de innumerables procesos formativos se han ido confabulando para que vaya definiendo los campos de mi interés, de estudio y las líneas de investigación en las que me entretengo y que me obsesionan. Donde más me entretengo ahora es en tratar de conectarlas interdisciplinariamente. Con Armando Meixueiro conectamos el cine y la educación y ahora lo embonamos con el documental cinematográfico.

¿Qué es lo que más te gusta de investigar?

Como lo definí tengo tres objetos de estudio que ahora con cierta frecuencia integro.

Por un lado está la educación, que como dije me vine de familia. Ya tengo más de treinta años de docente. Pronto me di cuenta, como profesor, que se puede investigar la práctica profesional propia. Y después me encontré que hay una gran preocupación social sobre el hecho educativo, pero que con frecuencia se tiene una visión distorsionada, parcial, sesgada, ideologizada y segmentada del mismo. Hoy más que nunca se habla de educación, pero no se profundiza en la teoría educativa que es de muy largo vida, trayecto y desarrollo. Hemos creado un blog/ sitio web/ revista de divulgación de acceso libre para poner a discutir la educación que nombramos Pálido.deluz. Problematizamos la educación con sus múltiples aristas, cada mes y en forma colectiva. Hemos publicado en forma de divulgación científica más de mil quinientos artículos.

Mi segundo interés es la comunicación y educación ambiental esto por cuestiones en principio de formación, interés y ahora laborales. Una de mis más profundas convicciones es creo que el ambiente y la sustentabilidad del desarrollo debe ser una preocupación de la humanidad en su conjunto y creo que para que eso ocurra tenemos que detonarla con herramientas y estrategias comunicativa y educacionales. Todavía vamos muy atrás en esta tarea ante un mundo desbocado e individualista.

Mi tercera línea es el cine que nació del gusto por la sala obscura en la que se proyectaban imágenes. Veo cine desde siempre y me volví adicto a él. Investigar cines es una droga dura, en donde se combinan, gasto de dinero, tiempo, esfuerzo con la obsesión y la compulsión sin medida ni clemencia.

Como profesor siempre obligo a mis alumnos a ver cine y hacer algo que no hacía que es reflexionar por escrito sobre el mismo. Luego lo empezamos a hacer (con Armando Meixueiro) y fue como re-crear lo que veíamos. Después nos empezamos preguntar cosas y a sistematizar hechos educativos en el cine. Llegaron los hallazgos, los productos y las publicaciones y seguimos viendo cine pero ahora en forma de investigación concreta, con ejes como:

  • La globalización y su retrato fílmico
  • Los maestros en el cine: caracterizaciones
  • La deserción de los padres
  • La didáctica de las películas
  • La ética y el cine
  • Los documentales, las ficciones y la animación y el ambiente
  • Los niños y la guerra en la pantalla
  • La vida como la gran educadora.
  • La educación más allá de la escuela
  • El fotograma como resumen del mundo
  • El ocaso de los dioses: la pesadilla americana actual.

¿Qué significa la investigación para ti?

Es hacerse preguntas sobre algo que te interesa, haciendo conjeturas previas y señalando una tesis que estén soportadas por argumentos, que trate de sistematizar y esclarecer lo que encontraste.

Para mí antes que todo investigar debe ser un placer : saber algo que no conocías, entablar el desafío de la duda, de pasar de la incertidumbre a la certidumbre, de lo disperso a la construcción de un modelo , del caos al orden, de la primera frase a ver publicada la obra, de influir y ayudar a los demás. El saber que tu vida y la de los demás puede ser más ancha, profunda y rica gracias a que le sigas la pista a algo te propones es sensacional.

Investigar entretiene, forma, ayuda a pensar, hace un suspenso con la vida, aleja prejuicios, prenociones y percepciones inmediatistas, entretiene, pero también compromete e ilumina.

Ninguna investigación tiene fin. Solo puntos de llegada que están establecidos en un protocolo. Pero nadie sale igual después de un hallazgo en una investigación. Por pequeño que sea se siente uno tocado por la mano de un ser superior a uno que es el conocimiento.

¿Crees que la investigación es adictiva? ¿Por qué?

Terriblemente adictiva. Ya lo dije es una droga; se vuelve uno esclavo de los objetos de estudio. Todo el día uno los trae para todos lados, sin descanso. Es un compañero y arpía; es leal, hermosa, seductora, secadora y despiadada; cundo le sale la cara burocrática.

En el caso del cine, es muy ejemplar e ilustrativo en mi caso, doy cuenta de algunos elementos de esta adición: Diario checo que hay de novedades en las salas cinematográficas, sobre todo las salas de arte. Sigo lo que pasa en los principales festivales de cine (Cannes Sundance, Venecia, San Sebastián, etc.), no pasa una semana sin que compre y vea al menos tres películas. Llego a casa totalmente devastado de la labor diaria y el tráfico y pongo una película y si encuentro algo que estoy trabajando saco la libreta y convierto la sala en mi laboratorio. El equivalente a mi Serie Mundial sigue siendo la noche los Oscares, aunque ahora veo en internet hasta Goyas (España), Cesares (Francia) y Arieles (México).

Visito habitualmente los sitios web de cine mundial y nacional. Leo a los principales críticos cinematográficos del país. Conozco donde están los libros de cine de las principales librerías y bibliotecas de la ciudad de México. En televisión y cable solo veo canales de cine y cierro las actividades semanales, como un rito, con la película Sin cortes del canal 22. La que pasen. Confieso que voy al cine más que a la iglesia.

También conduzco con Armando un programa de televisión en green.tv llamado DocumentArte, que nos obliga a ver dos películas ambientales que comentar cada viernes por la tarde. Como toda buena adición la esclavitud es en principio glamurosa, placentera, cara y roba vida.

¿Qué es lo que no te gusta de investigar?

Lo que no es de mi interés genuino. A veces cuando uno trabaja en Instituciones de Educación Superior, hay tareas que requieren de la expertiz de los investigadores, como pude ser: evaluar la viabilidad de un proyecto, una dictaminación o una certificación que requiere la construcción de datos. Lo sé hacer, lo hago, pero no me gusta porque no está en la órbita de mis líneas de investigación.

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán
Director de Pálido Punto de Luz

Vane. 06 de Enero de 2014 15:31

Dr. Tonatiuh fui su alumna en la Anáhuac realmente un respiro a las otras clases, su forma ligera de enseñar y redactar me inspira gracias por este artículo ya que se comprende la investigación de manera lúdica

Jorge Ernesto García López. 27 de Enero de 2014 16:03

Dr. Rafael Tonatiuh, como siempre un placer leer sus artículos que son un oasis en la avalancha informativa de algunos pseudo-intelectuales, que desbordan, en muchos casos, lamentables alabanzas hacia la autoridad en turno… Gracias, por compartirnos su amor por el cine…Un abrazo para usted deseándole un año excelente. (fui su alumno en el CESE haya por el año 2001)

Agregar comentario